Es clave en la formación de glóbulos rojos y en el desarrollo del bebé durante el embarazo. Conocé más acerca de esta vitamina, sus beneficios y cómo incorporarla a través de tu alimentación.
El ácido fólico, también conocido como vitamina B9, es, como su nombre lo indica, un tipo de vitamina del complejo B. Entre sus principales funciones, trabaja de manera conjunta con la vitamina B12 en la formación de los glóbulos rojos y, además, en la correcta formación del tubo neural del bebé durante las primeras semanas del embarazo.
Encontrarlo no es difícil. De hecho, está presente en muchos alimentos, pero en poca cantidad. Algunos ejemplos son el brócoli, los repollitos de Bruselas y el arroz integral. Pero, como muchas veces los alimentos naturalmente ricos en este nutriente no son consumidos por la mayoría de las personas, optar por aquellos fortificados con esta vitamina es una buena manera de lograr los niveles de ingesta necesarios para el buen funcionamiento del organismo.
Un dato para considerar es que muchas veces se puede llegar a perder o destruir más de la mitad del contenido natural de ácido fólico con la manipulación de los alimentos. Las cocciones prolongadas en abundante agua, el recalentamiento de las comidas y su almacenamiento a temperatura ambiente son factores para que tengas en cuenta si querés mejorar tus niveles de vitamina B9 : siempre convendrá comer crudos todos aquellos
alimentos que así lo permitan, elegir cocciones breves (al vapor) y guardarlos en la heladera.
¿Qué cantidad necesita tu organismo?
El ácido fólico es una vitamina hidrosoluble, por lo que las cantidades sobrantes de este nutriente son eliminadas del cuerpo a través de la orina. Como no puede ser almacenado en el organismo, debe ser incorporardo diariamente a través de la alimentación, la cual debe ser balanceada y equilibrada.
Sin embargo, en algunos casos pueden necesitarse suplementos de ácido fólico: las mujeres en edad fértil, embarazadas o en lactancia, porque su incorporación antes de la concepción reduce en un 50% los riesgos de defectos neurológicos en el futuro bebé; ancianos y personas mayores, quienes tienen menor capacidad de absorción de vitaminas; y también quienes sufren enfermedades gastrointestinales. De cualquier manera, la toma de suplementos debe estar siempre supervisada por un profesional de la salud.
El ácido fólico, también conocido como vitamina B9, es, como su nombre lo indica, un tipo de vitamina del complejo B. Entre sus principales funciones, trabaja de manera conjunta con la vitamina B12 en la formación de los glóbulos rojos y, además, en la correcta formación del tubo neural del bebé durante las primeras semanas del embarazo.
Encontrarlo no es difícil. De hecho, está presente en muchos alimentos, pero en poca cantidad. Algunos ejemplos son el brócoli, los repollitos de Bruselas y el arroz integral. Pero, como muchas veces los alimentos naturalmente ricos en este nutriente no son consumidos por la mayoría de las personas, optar por aquellos fortificados con esta vitamina es una buena manera de lograr los niveles de ingesta necesarios para el buen funcionamiento del organismo.
Un dato para considerar es que muchas veces se puede llegar a perder o destruir más de la mitad del contenido natural de ácido fólico con la manipulación de los alimentos. Las cocciones prolongadas en abundante agua, el recalentamiento de las comidas y su almacenamiento a temperatura ambiente son factores para que tengas en cuenta si querés mejorar tus niveles de vitamina B9 : siempre convendrá comer crudos todos aquellos
alimentos que así lo permitan, elegir cocciones breves (al vapor) y guardarlos en la heladera.
¿Qué cantidad necesita tu organismo?
El ácido fólico es una vitamina hidrosoluble, por lo que las cantidades sobrantes de este nutriente son eliminadas del cuerpo a través de la orina. Como no puede ser almacenado en el organismo, debe ser incorporardo diariamente a través de la alimentación, la cual debe ser balanceada y equilibrada.
Sin embargo, en algunos casos pueden necesitarse suplementos de ácido fólico: las mujeres en edad fértil, embarazadas o en lactancia, porque su incorporación antes de la concepción reduce en un 50% los riesgos de defectos neurológicos en el futuro bebé; ancianos y personas mayores, quienes tienen menor capacidad de absorción de vitaminas; y también quienes sufren enfermedades gastrointestinales. De cualquier manera, la toma de suplementos debe estar siempre supervisada por un profesional de la salud.
Cuatro buenas razones para sumarlo a tu alimentación
1) Es fundamental en la correcta formación de las células sanguíneas.
2) Participa en la formación de glóbulos
rojos.
3) Mantiene la piel sana.
4) Previene la anemia.
¿Dónde podés encontrarlo?
• Tiene poca presencia en fuentes de origen animal. Lo encontramos en el hígado de ternera y pollo, en la leche y sus derivados.
• En el reino vegetal, las mayores concentraciones se encuentran en legumbres (lentejas, habas, soja), cereales
integrales y derivados, vegetales de hoja verde (espinacas, coles, lechugas, espárragos), germen de trigo y frutas (melón, bananas, naranjas y palta).
• En suplementos de ácido fólico indicados por un especialista.
Es Bueno Recordarlo
• La Ley NN° 25630 estableció la obligatoriedad de enriquecer la harina
de trigo con hierro, ácido fólico y otras vitaminas para prevenir la malformación del tubo neural en los bebés, entre otros trastornos.
http://www.nestle.com.ar/sentitebien/nota.asp?idNota=170
gracias por explicar tan profundamente este tema!!!
ResponderEliminares para tener en cuenta y recomendar..
besos, reina
buen domingo
Gracias por tu comentario. Como has comprobado, todos los artículos poseen su cita de autor o fuente. A ellos me remito. Cariños
ResponderEliminar