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La
Kombucha en occidente es un tipo de
kéfir, en concreto una especie de
té endulzado (se puede referir de igual forma a una
tisana) que se elabora mediante
fermentación de una colonia de microorganismos denominada "colonia kombucha" (consistente en
Bacterium xylinum y
levaduras). Se ha popularizado debido a las propiedades saludables que parece tener, así como su aparición en televisión. Este incremento de popularidad ha hecho que algunas marcas comercialicen la bebida envasada. La biomasa producida durante la fermentación ha recibido también el nombre popular de Hongo Chino.
El té contiene una simbiosis de diferentes especies de levaduras y acetobacterias, principalmente Bacterium xylinum. Las especies de levaduras que se ven involucradas en la fermentación pueden variar, y entre ellas se incluyen: Brettanomyces bruxellensis, Candida stellata, Schizosaccharomyces pombe, Torulaspora delbrueckii y Zygosaccharomyces bailii.
Algunas propiedades que se atribuyen a la kombucha:[1]
- normaliza el tránsito intestinal
- regula la flora intestinal
- tiene efectos antivíricos y antibacterianos
- activa la defensa del cuerpo
- desintoxica el organismo
- reduce el nivel de colesterol
- equilibra la acidez en el cuerpo
- mejora la digestión de las proteínas
- estimula la circulación
- facilita la absorción de minerales
- activa las funciones del páncreas
- equilibra la glucosa sanguínea
- aumenta la secreción de azufre fisiológico, vitamina B12 y vitamina K
- mejora el rendimiento del oxígeno en las células
- aumenta el bienestar
- aumenta la capacidad física de los deportistas
Para hacer té kombucha casero se necesita un litro de té fresco (negro, verde o blanco) con 1/4 o 1/3 de taza de azúcar. Se debe dejar enfriar y, una vez tibio, se agrega al hongo (el "hot cake"). Si el té está demasiado frío o demasiado caliente el hongo puede morir. Se debe hacer en un recipiente de vidrio, o plástico alimentario pues otro tipo de contenedores como los de cerámica pueden desprender plomo al ser el resultado ácido y reaccionar la mezcla desprendiendo plomo de algunos recubrimientos cerámicos. El recipiente debe estar abierto pero cubierto para evitar contaminación. Se recomienda poner un trapo limpio o servilleta amarrado con una goma de caucho o cuerda.
En lo estrictamente biológico no se trata de un hongo, sino de una mezcla de bacterias, liquenes, enzimas y levaduras, que no existe en la naturaleza. La responsabilidad de esta creación parece recaer sobre algún antiguo homeópata, quien habría experimentado con el fermento durante varios días. El cultivo está formado de una membrana gelatinosa y dura, similar a una esponja y en forma de disco aplanado. Cuando se coloca en el substrato adecuado, compuesto por té y azúcar este disco comienza a esparcirse por toda la superficie para tiempo después comenzar a espesarse. Para lograr un óptimo crecimiento es preferible cultivarlo en té negro con azúcar blanca, aunque tambien se puede utilizar té verde. En un período de seis o quince días, se llevaran a cabo los procesos metabólicos, biologicos y quimicos que producen una pequeña cantidad de alcohol, junto con los ácidos y vitaminas. El producto final tiene un sabor similar a la sidra, con un ligero aroma a vinagre que puede hacerse más fuerte conforme el hongo continúa su desarrollo. Aunque es dificil determinar como aparecio la kombucha en el mundo, una versión asegura que fue un médico coreano quien descubrio el brebaje y lo difundió por los paises asiáticos. Kambu significa hongo, cha se traduce como té. Se cree que es originaria de Manchuría, donde es consumido desde hace más de 3000 años. La propiedad más destacable del té de Kombucha es que refuerza el organismo en forma íntegra, estando indicado para combatir la artritis, aliviar el asma, o la bronquitis, ayudar en la digestión, regular el apetito, combatir el insomio y mejorar ciertas enfermedades oculares. La Kombucha produce ácico láctico, ácido acético, vitamina C, B1, B2, B3, B6, B12, ácido fólico, ácido glucónico, ácido oxálico, heparina, aminoácidos, elementos antibióticos y antitóxicos. Varios medicos y universidades han estudiado a la Kombucha en los ultimos años. En general todos ellos avalan sus beneficios en lo que respecta a la regulación intestinal, el mejoramiento del reuma, la cura de enfermedades de la piel y el regeneramiento celular. La Kombucha podría actuar en la prevención del cáncer, ya que la ingesta diaria del ácido láctico-L disminuye las posibilidades de desarrollo de células cancerígenas. Beneficios para el organismo: sistema inmunológico, digestión, piel, artritis, corazón, hormonas. Recaudos a tener en cuenta: que el hongo no entre en contacto con metales. El cultivo se debe hacer en recipientes de vídrio, porque los recipientes de metal, plástico o cerámica actúan como óxidos. El recipiente debe ser cubierto con tela de algodón que permita el paso del aire, pero que impida el acceso de insectos. Es imprescindible que se mantenga a temperatura ambiente, evitando los cambios de lugar. Preferentemente en un espacio con buena ventilación, fuera de campos electromagnéticos, de hornos microondas, luz solar directa, y fríos extremos. Si esta bien cuidada, la Kombucha puede acompañar a su propietario toda la vida. La ración ideal es un vaso de té tres veces por día o un vaso grande dos veces diarias. El general los efectos comienzan a sentirse una vez que se cumple la primera semana de consumo. El consumo debe ser evitado por las embarazadas, porque la heparina que contiene adelgaza la sangre, trayendo complicaciones durante el último trimestre de embarazo. La presencia de heparina también imposibilita a quienes padecen hemofilia. La cantidad de azúcar en el té puede ocasionar complicaciones en los diabéticos, de manera que se recomienda fermentar el té durante más tiempo, para que disminuya la cantidad de azúcar.
Hay dos formas de conseguir Kombucha. Por un lado, es posible obtener fermentos " hijos" de alguna persona que posea el hongo. Por otro lado en los últimos tiempos han aparecido en las tiendas especializadas infusiones embotelladas. Si se obtiene el hongo a partir de un fermento original, una vez recibido el hongo: 1- Hervir tres litros de agua mineral. 2- Después del primer hervor hay que agregarle una taza de azúcar y dejarla luego por cinco minutos más. 3- Poner en el agua cuatro saquitos de té y sacarlos a los diez minutos. 4- Dejar enfriar el agua a temperatura ambiente y alli poner el hongo y parte del extracto que se recibe. 5- Diez días después el té estará listo. 6- Colarlo y luego conservarlo refrigerado, nos referimos al té. Pues el hongo debe tener los cuidados especificados antes. Personalmente mi té de Kombucha lo recibi de mi madre, ella lo preparaba para mí especialmente, es una herencia valiosicima. Y ella me narraba que su padre cuando era niña, le daba de tarea preparar la Kombucha, viviendo el 91 años, y ella 83 años. Gracias mis queridos amigos por estar alli, espero les sea de utilidad este informe. Editorial Ruy Díaz, Medicina Natural. Namaste. El aguila.
hola soy gris o tambien tomo el hongo ya no me a dado la migraña,cansancio,stress y es muy rico sabe a tepache y lo cuidare mucho porque mucha gente se a beneficiado fue un valiosisimo regalo de una amiga
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