La ingesta de soja como terapia hormonal sustitutiva después de la menopausia reduce el riesgo de padecer osteoporosis. Además, protege contra la toxicidad del péptido-amiloide en la enfermedad de Alzheimer y, en la actualidad, se estudia un posible efecto preventivo frente a la diabetes tipo 2.
El doctor José Viña Ribes, de la Facultad de Medicina y Odontología de la Universidad de Valencia, destacó estos datos durante la conferencia "Efectos beneficiosos de la alimentación con complementos de soja sobre genes de longevidad" en la Real Academia Nacional de Farmacia.
"El empleo de estrógenos en mujeres menopaúsicas puede ser perjudicial y por eso se utilizan isoflavonas de soja", afirmó Viña Ribes, que se posicionó a favor de los alimentos suplementados con soja frente al uso de genisteína como fármaco. El doctor hizo hincapié en que es aconsejable consumir estos alimentos en pequeñas cantidades y varias veces al día.
Por su parte, el doctor Lisardo Boscá Gomar, director del Instituto de Investigaciones Biomédicas Alberto Sols, ofreció la ponencia "Inflamación y patogenidad. La respuesta inflamatoria en patologías cardiovasculares y en el envejecimiento". Boscá abordó el tema de la patología inflamatoria como causa de un 70%-80% de enfermedades, entre las que destacan Alzheimer, anafilaxias, aterosclerosis, enfermedad de Crohn o daño isquémico. El doctor destacó también en los procesos inflamatorios la importancia de células como los monocitos, los macrófagos y los neutrófilos, además de los factores de trascripción como PPAR y LXR.
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