Los gestos son ese lenguaje oculto de nuestro subconsciente, ese deseo de salir de alguna situación que nos resulta tormentosa o aburrida, los gestos que el cuerpo insiste en manifestar aunque no queramos de forma consentida, demuestran incluso una advertencia, una decisión, una aceptación o un tajante rechazo de lo que nos expresan otros.
Así como las caricias tienen un lenguaje afectivo impresionante, los gestos delatan estados de ánimo, grado de confianza, sensibilidad o hasta miedos ocultos:
- Los brazos sobre el pecho de forma cruzada, muestran que estas a la defensiva, probablemte sientes un tono de crítica en quien habla.
- Las manos cerradas son un signo evidente de agresividad, incluso hasta violencia o deseos de interrumpir una situación que te es intolerable.
- A veces si usamos mangas largas tendemos a cubrirnos un poco más debajo de la muñeca, como si quisiéramos volver las mangas más largas para ocultarnos debajo de ella, este es una claro signo de temor o inseguridad, timidez…
- Un signo claro de dominio y control de la situación es poner las manos cruzadas detrás de la nuca, mientras recostamos la espalda en el sillón, esta postura demuestra que estamos controlando cada situación expuesta, la conversación y hasta que ejercemos un claro dominio sobre quienes se encuentran.
- Un gesto típico en algunas personas es poner los brazos en jarra, esta posición denota coquetería oculta, en algunos casos un grado de prepotencia y además un deseo contenido de hacerse notar por sus grandes cualidades.
- Cuantas veces metemos las manos en los bolsillos, por lo general quiere decir que estamos cavilando mucho en algo que debemos decidir, o que nos estamos familiarizando con alguna idea aunque no nos guste demasiado.
- Un distintivo claro de que nos hablan con sinceridad es cuando quien habla muestra las palmas de sus manos, este es un signo de transparencia y que te indica que puedes confiar, también indica que ers poco celoso.
- Jugar con el cabello mientras nos hablan es expresar completa inseguridad y hasta miedo, y si jugamos con el cabello del que está hablando es porque queremos distraer su atención para no ser regañados o criticados por algo que sabemos que hemos hecho mal.
- Si se forzan los nudillos haciéndolos sonar es muestra de que se está impaciente, que se espera algo con suprema ansiedad o que se está muy nerviosos sobre el resultado que se puede obtener en alguna situación determinada. En especial este gesto tiende a molestar a otros y puede provocar incluso gran rechazo porque tiende a verse muy desagradable.unavidalucida.com.ar
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