Cúrcuma: Utilizado para hacer el curry, tiene un potente efecto antiinflamatorio. El consumo de 1,5-2 grs. por día (1/4 a 1/2 cucharadita) ha demostrado que inhibe el crecimiento de varios tumores como el cáncer de mama, colon, hígado, estómago, ovario, leucemia, etc. También impide la formación de nuevos vasos sanguíneos (antiangiogénesis) por los tumores y produce la muerte de las células cancerosas. Además, es efectiva para reducir muy significativamente el desarrollo de las metástasis producidas por cánceres de mama. Para la absorción adecuada por el intestino se requiere la presencia de pimienta negra (que se encuentra también en el curry) y que multiplica por 1.000 la absorción de la cúrcuma por el organismo. Uno de los tumores que más serían afectados por los efectos de la cúrcuma sería el cáncer de colon al reducir en un 40% el desarrollo de pólipos colónicos.
Licopeno: Es un potente antioxidante de la familia de los carotenoides que se encuentra en elevadas concentraciones en los tomates y en los productos derivados. También se encuentra en toronjas y melones. Las actividades antioxidantes consisten en proteger el ADN, las membranas celulares y las proteínas del daño oxidativo. Otros mecanismos son: efectos sobre las comunicaciones entre las células, funciones inmunitarias y en la metabolización de sustancias carcinógenas. La asociación de tomate y brócoli fue mas efectiva para reducir el crecimiento tumoral que el consumo de ellos por separado, también se observó que la cocción del tomate, libera el licopeno que existe en el interior produciendo un mayor efecto y que el aceite de oliva facilita su asimilación por el organismo.
Verduras crucíferas: Este grupo esta constituido por el brócoli, coliflor, col blanca y roja. Contienen selenio, vitamina C y glucosilonatos que cuando se hidrolizan en el colon por la flora microbiana producen propiedades quimiopreventivas que se asocian con la inhibición de carcinógenos. El contenido de glucosinolatos en la coliflor (237 mg/100 g) es cuatro veces superior que el contenido en el brócoli (62 mg/100 g), coles blancas o rojas (65 mg/g). También existen evidencias de que las poseen un importante papel en la protección contra el cáncer de mama, vejiga, colon, próstata, páncreas y testículo. Actúan frenando el crecimiento tumoral y produciendo apoptosis (suicidio inducido de las células cancerosas). Si se hierven en abundante agua, se pierde el 56% de los glucosilonatos en los primeros 2 minutos, mientras que si se hierven entre 8 y 12 minutos el contenido de glucosilonatos cae un 70%. En cambio si se cocinan al vapor, en microondas a baja potencia o fritos no se altera el contenido de glucosilonatos
Frutos rojos : frambuesas, arándanos, fresas, moras, zarzamoras contienen productos fitoquímicos con propiedades biológicas como antioxidantes, anti-cáncer, antineurodegenerativas y anti-inflamatorias. También contienen variadas concentraciones de fenoles que se ha demostrado que inhiben el crecimiento de células de cáncer de mama, colon, estómago y próstata. Los arándanos poseen un elevado efecto antiinflamatorio y son una de las frutas con más alto contenido en quercetin que es uno de los flavonoides más extensamente estudiados por su actividad anticáncer incluy
endo el cáncer de mama, colon, páncreas y leucemia. La piel de los arándanos y de la manzana contiene ácido ursólico que también se ha demostrado que inhibe el crecimiento de varios tumores y el ácido ursólico impide la invasión tumoral y las metástasis. Las cerezas contienen ácido glucárido que es un desintoxicante del organismo ya que facilita la eliminación de xenoestrógenos que encontramos en las sustancias químicas del medio ambiente.
Setas: Contienen una sustancia llamada lentinano que combinada con otros polisacáridos estimulan directamente el sistema inmunitario. En Japón desde hace mas de 30 años se utilizan para el cáncer de colon o estómago, actúan contra las células cancerosas dentro del mismo tumor frenando su crecimiento.
Ácidos grasos omega-3: Al entrar en nuestro organismo se incorpora a las membranas celulares donde desplaza a las grasas malas y las sustituye. Las grasas malas causan inflamación, hipertensión y daño cardiaco. Algunas especies de pescados como el salmón, atún, trucha de río, anchoas y arenque son ricos en ácidos omega-3 AEP y ADH. El ácido graso omega-3 se encuentra en el aceite de linaza (8 gramos por cucharada), aceite de oliva (0,1 gramo por cucharada), nueces (1,3 gramos cada 15 gramos de nueces), semillas de linaza (1,8 gramos por cucharada), semillas de calabaza, semillas de soya y en huevos enriquecidos con omega-3 (0,34 gramos por huevo grande).
Especias: Son ricas en flavonoides (presentes en el romero, tomillo, perejil y apio) que inhiben la creación de vasos sanguíneos por los tumores. Las especies de la familia de las Labiadas (orégano, albahaca, hierbabuena y mejorana) contienen abundantes cantidades de ácidos grasos de la familia de los terpenos que se ha demostrado que actúan sobre una gran variedad de tumores impidiendo su crecimiento.
Ajos y cebollas: Hace 3.500 años los egipcios ya conocían las propiedades del ajo para el tratamiento de tumores. Estudios realizados en China, Holanda e Italia han mostrado el importante papel que tiene el ajo y su familia (cebollas) en la prevención de cánceres del tubo digestivo (esófago, estómago y colon). Los individuos que consumían mayor cantidad de ajo y cebollas tenían tres veces menos posibilidades de presentar cáncer de estómago que los que consumían poca cantidad. En Francia un estudio mostró que el mayor consumo de ajo y cebolla, se asociaba con una menor incidencia de cáncer de mama.
Algas: Son ricas en fucoidinas que produce apoptosis (suicidio inducido) en las células cancerosas e inhiben el desarrollo de metástasis por el cáncer de mama. Se ha observado efecto antitumoral en células de cáncer de estómago a través de la reducción de expresión de la enzima COX-2 que participa en los procesos de inflamación. Las algas también poseen glucanos (Phycarine) que estimula el sistema inmunitario.
Jengibre: Actúa como un potente antioxidante y antiinflamatorio al inhibir el factor nuclear kappaB y la enzima COX-2 que participa en la formación de varios tumores. Se ha observado inhibición de las metástasis de cáncer de mama al impedir la movilidad y la adhesión de las células malignas.
Granada Roja: Se utiliza desde hace miles de años en la medicina persa. Posee propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, que han sido confirmadas en estudios experimentales en cáncer de próstata y en cáncer de mama.
Frutos Cítricos: Además de vitamina C, los cítricos (naranja, mandarina, piña, limón y toronja) poseen otros compuestos fitoquímicos con propiedades anticáncer. Recientemente se ha demostrado que los niños que consumen regularmente zumo de naranja en los primeros dos años de vida, tienen un riesgo muy bajo de desarrollar leucemia. Otro de los mecanismos anticáncer de los cítricos es la activación de los sistemas de desintoxicación que se ponen en marcha cuando penetran sustancias cancerígenas en el organismo.
Vino tinto: Es muy rico en polifenoles, siendo el mas conocido el resveratrol que se obtiene durante la fermentación de la uva. El consumo moderado de vino tinto (250 ml. por día) se ha relacionado con un descenso en la mortalida por enfermedad cardiovascular ya que reduce la formación de coágulos de la sangre. En 1996 se identificó el resveratrol como la primera molécula de origen alimenticio capaz de interferir con el desarrollo del cáncer. El vino tinto ha sido relacionado recientemente con la activación de una familia de proteínas llamadas sirtuinas cuya acción sería prolongar la vida de las células al proporcionarle el tiempo necesario para realizar las reparaciones del ADN dañado durante el proceso de envejecimiento.
Setas: Contienen una sustancia llamada lentinano que combinada con otros polisacáridos estimulan directamente el sistema inmunitario. En Japón desde hace mas de 30 años se utilizan para el cáncer de colon o estómago, actúan contra las células cancerosas dentro del mismo tumor frenando su crecimiento.
Ácidos grasos omega-3: Al entrar en nuestro organismo se incorpora a las membranas celulares donde desplaza a las grasas malas y las sustituye. Las grasas malas causan inflamación, hipertensión y daño cardiaco. Algunas especies de pescados como el salmón, atún, trucha de río, anchoas y arenque son ricos en ácidos omega-3 AEP y ADH. El ácido graso omega-3 se encuentra en el aceite de linaza (8 gramos por cucharada), aceite de oliva (0,1 gramo por cucharada), nueces (1,3 gramos cada 15 gramos de nueces), semillas de linaza (1,8 gramos por cucharada), semillas de calabaza, semillas de soya y en huevos enriquecidos con omega-3 (0,34 gramos por huevo grande).
Especias: Son ricas en flavonoides (presentes en el romero, tomillo, perejil y apio) que inhiben la creación de vasos sanguíneos por los tumores. Las especies de la familia de las Labiadas (orégano, albahaca, hierbabuena y mejorana) contienen abundantes cantidades de ácidos grasos de la familia de los terpenos que se ha demostrado que actúan sobre una gran variedad de tumores impidiendo su crecimiento.
Ajos y cebollas: Hace 3.500 años los egipcios ya conocían las propiedades del ajo para el tratamiento de tumores. Estudios realizados en China, Holanda e Italia han mostrado el importante papel que tiene el ajo y su familia (cebollas) en la prevención de cánceres del tubo digestivo (esófago, estómago y colon). Los individuos que consumían mayor cantidad de ajo y cebollas tenían tres veces menos posibilidades de presentar cáncer de estómago que los que consumían poca cantidad. En Francia un estudio mostró que el mayor consumo de ajo y cebolla, se asociaba con una menor incidencia de cáncer de mama.
Algas: Son ricas en fucoidinas que produce apoptosis (suicidio inducido) en las células cancerosas e inhiben el desarrollo de metástasis por el cáncer de mama. Se ha observado efecto antitumoral en células de cáncer de estómago a través de la reducción de expresión de la enzima COX-2 que participa en los procesos de inflamación. Las algas también poseen glucanos (Phycarine) que estimula el sistema inmunitario.
Jengibre: Actúa como un potente antioxidante y antiinflamatorio al inhibir el factor nuclear kappaB y la enzima COX-2 que participa en la formación de varios tumores. Se ha observado inhibición de las metástasis de cáncer de mama al impedir la movilidad y la adhesión de las células malignas.
Granada Roja: Se utiliza desde hace miles de años en la medicina persa. Posee propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, que han sido confirmadas en estudios experimentales en cáncer de próstata y en cáncer de mama.
Frutos Cítricos: Además de vitamina C, los cítricos (naranja, mandarina, piña, limón y toronja) poseen otros compuestos fitoquímicos con propiedades anticáncer. Recientemente se ha demostrado que los niños que consumen regularmente zumo de naranja en los primeros dos años de vida, tienen un riesgo muy bajo de desarrollar leucemia. Otro de los mecanismos anticáncer de los cítricos es la activación de los sistemas de desintoxicación que se ponen en marcha cuando penetran sustancias cancerígenas en el organismo.
Vino tinto: Es muy rico en polifenoles, siendo el mas conocido el resveratrol que se obtiene durante la fermentación de la uva. El consumo moderado de vino tinto (250 ml. por día) se ha relacionado con un descenso en la mortalida por enfermedad cardiovascular ya que reduce la formación de coágulos de la sangre. En 1996 se identificó el resveratrol como la primera molécula de origen alimenticio capaz de interferir con el desarrollo del cáncer. El vino tinto ha sido relacionado recientemente con la activación de una familia de proteínas llamadas sirtuinas cuya acción sería prolongar la vida de las células al proporcionarle el tiempo necesario para realizar las reparaciones del ADN dañado durante el proceso de envejecimiento.
Chocolate negro: Si el contenido en cacao es superior a 70% se considera que el chocolate es negro y posee una elevada cantidad de polifenoles. Cuarenta gramos de chocolate negro contiene casi la misma cantidad de polifenoles que una taza de té verde y el doble que un vaso de vino tinto. También contiene 35% de ácido oleico, que en un ácido graso mono insaturado encontrado también en el aceite de oliva. Las proantocianidinas del cacao disminuyen el crecimiento del tumor de pulmón.
Soya: Su presencia en la sangre reduce la excesiva estimulación del organismo por efectos de los estrógenos como el cáncer de mama, de útero o de ovario. Importante: Las mujeres
con cáncer de mama no pueden consumir suplementos de soya en forma de
comprimidos o píldoras ya que se puede agravar el tumor. Sin embargo
no existe contraindicación en la utilización de soya alimenticia
(leche de soya, yogurt de soya, botanas de soya, etc.)
Soya: Su presencia en la sangre reduce la excesiva estimulación del organismo por efectos de los estrógenos como el cáncer de mama, de útero o de ovario. Importante: Las mujeres
con cáncer de mama no pueden consumir suplementos de soya en forma de
comprimidos o píldoras ya que se puede agravar el tumor. Sin embargo
no existe contraindicación en la utilización de soya alimenticia
(leche de soya, yogurt de soya, botanas de soya, etc.)