NUESTRA ALIMENTACION

Haciendo algunos cambios puntuales en nuestra dieta podemos reducir los elementos nocivos que muchos productos contienen en forma radical. Esta es la conclusión a la que la ONG estadounidense, EnvironmentalProductos básicos para una alimentación ecológicaWorking Group (EWG), ha llegado luego de una investigación.
Así la organización propone una lista de siete alimentos clave para reducir la ingesta de químicos en nuestra dieta. Según la EWG existen algunos productos que, por sus características y por el proceso de producción que conllevan, suponen un gran riesgo para nuestra salud. La agrupación ha identificado siete productos de alto riesgo para nuestra salud, ya que contienen, habitualmente, un alto índice de químicos.

Según la ONG, para tener una vida saludable, basta con adquirir la versión orgánica de aquellos alimentos más peligrosos que con más frecuencia aparecen en nuestra dieta.

Es así que para empezar el cambio, la asociación propone consumir la versión orgánica de los siguientes:

Productos lácteos: si bien su consumo es esencial en la infancia, la abundancia de químicos y la adición de hormonas y antibióticos en su producción socavan los efectos beneficiosos de los lácteos no ecológicos.
Patatas / papas: es un alimento básico no sólo en EEUU, sino también en Europa. Pero la patata es una de las hortalizas en cuya producción más plaguicidas se utilizan. Y lo que es peor: muchos de estos elementos químicos no pueden eliminarse aún cuando las lavamos y pelamos.
Carnes: según EWG, los productos de origen animal contienen antibióticos, hormonas y metales pesados que se utilizan para acelerar el crecimiento de los animales. En este grupo se incluyen las aves de corral y los huevos.
Ketchup: producto básico en la dieta norteamericana, diversos estudios indican que, además de no tener restos químicos, el ketchup orgánico tiene el doble de efectos antioxidantes que la convencional.
Manzanas: de las frutas, la más peligrosa es la manzana, debido a la gran cantidad de plaguicidas que se utilizan en su producción. Según EWG, “una manzana orgánica al día es esencial para no pisar la consulta del médico”.
Café: los cultivos convencionales de café se basan en el uso intensivo de plaguicidas, además de contribuir a la deforestación.
Nueces y semillas: plaguicidas y fungicidas están muy extendidos en la producción de estos productos. Muchas variedades son “blanqueadas” tras la cosecha. En el grupo se incluye la crema de cacahuete y algunas mantequillas.

EWG ha publicado, recientemente, la "Shopper's Guide to Pesticides in Production", una guía que repasa los productos con más contenidos químicos en EEUU. La lista se basa en los resultados de cerca de 43.000 pruebas de detección de plaguicidas en alimentos del país durante 2000 y 2005.

La ONG

La misión del Grupo de Trabajo Ambiental (EWG) es utilizar el poder de la información pública para proteger la salud pública y el medio ambiente. Se trata de una organización sin fines de lucro, fundada en 1993 por Ken Cook y Richard Wiles.

EWG se especializa en la provisión de recursos útiles como la “Guía del consumidor sobre Plaguicidas en la Producción” y brinda información a los consumidores, además de llevar a cabo acciones que buscan cambiar las políticas nacionales al respecto.

Objetivos de la organización

  • Proteger a los sectores más vulnerables de la población (los niños, bebés y embarazadas) de los problemas de salud atribuidos a una amplia gama de contaminantes tóxicos.
  • Sustituir las políticas federales, incluyendo los subsidios del gobierno que dañan el medio ambiente y los recursos naturales, con las políticas que inviertan en la conservación y el desarrollo sostenible.

http://www.ewg.org/

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